Desde niño supe que el espectáculo era lo mío, era natural, innato, nada me daba pena. En la escuela no podía faltar a una velada artística, bueno un día casi me voy con un circo, pues mi mayor deseo era hacer mímicas de artistas famosos y yo miraba como lo hacían los artistas circenses, los admiraba. Así comenzó mi vida de artista.