Escrito por Eugenia Velásquez, periodista.

Este nuevo tratamiento formulado por AstraZeneca combina el uso de la pastilla Osimer Tinib con cuatro ciclos de quimioterapia basada en platino, retrasando con ello el progreso de la enfermedad durante un aproximado de tres años. La calidad de vida del paciente mejora sustancialmente, pudiendo realizar sus actividades diarias sin dolor ni efectos secundarios.

El cáncer de pulmón ha dejado de ser una enfermedad exclusiva de los hombres y de las personas de mediana edad. Si bien el uso del tabaco es considerado la primera causa de esta patología, hay otros factores que inciden en ella, como la contaminación ambiental. Esta situación aún no puede ser medible, pero los casos recientes de personas que presentan la dolencia muestran que circunstancias externas aumentan el riesgo de padecer de cáncer de pulmón a temprana edad y sin exposición al humo del tabaco o el uso del cigarrillo electrónico.

También se ha identificado que este aparato es más dañino que beneficioso para la salud humana, explicó la doctora Ivette Rodríguez, oncóloga médica y gerente del Departamento de Oncología Médica, del Instituto Nacional del Cáncer, Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (INCART).

En la actualidad, el cáncer de pulmón es catalogado como el tipo de cáncer que causa mayor cantidad de defunciones en el mundo. La población de América Latina es la más afectada. Al año son diagnosticados más de 300 mil casos nuevos y el 85% de estos pacientes son detectados en etapa avanzada.

La doctora Rodríguez abordó a profundidad el nuevo tratamiento que AstraZeneca ha formulado para pacientes con cáncer de pulmón primario. Expresó que con esta nueva técnica se ha logrado reducir el progreso de la enfermedad hasta en tres años, mejorando de forma positiva la calidad de vida de los pacientes, ya que elimina el dolor, uno de los signos más relevantes que ayuda a las personas a realizar sus actividades diarias de manera natural.

Además, disminuye la posibilidad de que el cáncer se propague a otros órganos vitales como el cerebro, siendo este lugar del cuerpo humano uno de los más proclives a metástasis derivada del cáncer de pulmón. “Al cáncer de pulmón le encanta hacer metástasis cerebral”, ahondó la doctora Rodríguez.

¿En qué consiste esta nueva terapia médica? Según la doctora Rodríguez, los estudios han demostrado ciertos cambios moleculares en el desarrollo del cáncer de pulmón que promueven su crecimiento, y es a partir de esas mutaciones que han identificado la forma de bloquearlos. “Hay un fallo en el trayecto de la enfermedad”, explicó la médica.

Esta falla ha servido para aplicar un tratamiento al cual han llamado Tagrisso, el cual consiste en la toma del medicamento Osimertinib combinado con cuatro ciclos de quimioterapia basada en platino, logrando así reducir la progresión de la enfermedad o muerte hasta en un 38%. Este medicamento mejora la supervivencia libre de aumento de la enfermedad en 25,5 meses, lo que supone una mejora de 8,8 meses en pacientes con cáncer de pulmón.

“El cáncer de pulmón es donde más tenemos opciones terapéuticas fuera de la quimioterapia, basado en información molecular, eso hace que tengamos tratamientos personalizados con mejor pronóstico”, indicó la doctora Rodríguez.

Esta terapia está dirigida a pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (CPNM: tipo de cáncer que se caracteriza por el crecimiento rápido de las células anormales) con metástasis en el sistema nervioso central (SNC). Se ha utilizado para tratar a más de 800,000 pacientes en todas sus indicaciones a nivel mundial y se continúa explorando como tratamiento para pacientes en diferentes estadios del cáncer de pulmón no microcítico con mutación en el receptor del factor de crecimiento epidérmico (CPNM EGFRm).

“Para nosotros es un paso muy importante poder acercar la innovación a los pacientes oncológicos, que son el centro de todas nuestras acciones. Apostamos por el desarrollo de tratamientos que logren mejorar la vida y específicamente a quienes padecen de cáncer de pulmón, tener la posibilidad de brindar opciones terapéuticas dirigidas, pues la mayor cantidad de pacientes son diagnosticados en estadios avanzados, lo que complica la atención y tratamiento”, explicó el doctor Andrés Rojas, director médico de AstraZeneca para Centroamérica y El Caribe. Osimertinib está aprobado como monoterapia en más de 100 países, incluidos Estados Unidos, La Unión Europea (UE), China y Japón.

AstraZeneca ha desafiado los límites de la ciencia en Oncología para abordar el cáncer, una enfermedad que según estadísticas mundiales se cobra más de nueve millones de vidas al año, convirtiéndola en la segunda causa de muerte, después de las enfermedades cardíacas.

Ante este panorama, AstraZeneca se ha enfocado en erradicar el cáncer como causa de muerte, comprometiéndose en avanzar con estudios científicos y tratamientos médicos de última generación, que proporcionen soluciones innovadoras y efectivas a los pacientes.

Es así que con este nuevo tratamiento de combinar la pastilla Osimertinib con la quimioterapia, los pacientes con cáncer de pulmón no se curan, pero según la doctora Rodríguez, “viven más, viven mejor y viven estables”. Al retrasar el progreso de la enfermedad en al menos tres años, se logra un tiempo en el que la ciencia médica con sus investigaciones puede utilizar otros mecanismos de combate más eficaces de la enfermedad.

“Como el tumor no es homogéneo, son pedacitos que son sensibles a la pastilla (Osimertinib) y pedacitos a la quimioterapia, al combinar los dos tratamientos se podrá controlar de manera más prolongada el progreso de la enfermedad. La mejoría es rápida. Son cuatro ciclos (de quimioterapia) y a los cuatro meses muestra una imagen (tomografía) totalmente diferente, mejorando la situación”, manifestó la galena.

Además, al reducirse el dolor en los pacientes, éste aumenta de peso y si tiene problema cerebral no le duele la cabeza, se vuelve una persona totalmente asintomática, con una enfermedad activa, pero estable y controlada.

“A diferencia de otras patologías en donde la quimioterapia es tóxica, este esquema es de los más nobles, no tiene mayores consecuencias secundarias, un poquito de debilidad, pero cuando lo ponemos en la balanza, el paciente lo asume”, ahondó la doctora Rodríguez.

La incidencia del cáncer de pulmón está prioritariamente en las personas fumadoras; sin embargo, la médica especialista expuso que hay otras fuentes como la contaminación del medio ambiente, los riesgos asociados a las actividades laborales; por ejemplo, trabajadores de minas o familiares de personas que fuman, que se vuelven “fumadores de segunda mano”.

En el primero de los casos, para las personas que fuman tabaco lo recomendable es hacerse una tomografía de pulmón por lo menos una vez al año. En este rango, la doctora Rodríguez ubicó a personas que consumen hasta 40 paquetes de cigarrillos anuales. En el caso de las personas que no están expuestas al humo del tabaco, el tamizaje se vuelve un poco complicado para no exponerlas innecesariamente a radiación; sin embargo, hay malestares de salud que pueden indicar algún problema pulmonar.

Rodríguez mencionó algunas sintomatologías como una gripe que dure más de un mes y episodios de neumonía y bronconeumonía o falta de aire. Estos padecimientos deben ser tratados con preocupación y realizarse los estudios pertinentes para descartar cualquier incidencia de un tumor cancerígeno en el pulmón. “Una gripe que dure más de un mes no es normal”, explicó.

El cáncer de pulmón dejó de ser un mito que solo ataca a las personas de la mediana edad, es decir, mayores de 65 años. La ciencia está conociendo de casos de jóvenes de 25 años de edad con cuadros complicados de cáncer de pulmón. “Uno se queda preguntando ¿qué tanta exposición tuvo este individuo para tener cáncer de pulmón?”, se cuestiona la experta.