«Los payasos de peluche siempre me han dado fobia desde que vi una película en la cual un personaje de estos mataba a las personas en un barco en altamar, pero no me acuerdo cómo se llama el filme ni qué edad tenía yo, unos 10 años quizás.

Con los payasos de carne y hueso me pasa todo lo contrario, no han comenzado a contar el chiste cuando yo ya estoy muerto de la risa. Traigo a cuenta esto porque hoy estoy celebrando la vida, honrando a Dios porque me ha permitido cumplir 365 días sin tomar ni una sola gota de alcohol.

Es una sensación rara, porque todo este tiempo he sentido que algo me hace falta, un no sé qué, pero confieso que me siento bien sin beber licor, feliz de poder decidir si tomo o no.

Esta confesión la hizo de alguna manera la periodista Hazel Martin de la prestigiosa BBC de Londres, y desde que leí su testimonio supe que se la iba a robar porque me sentí identificado. «No tenía idea de que ser una bebedora social me dañaría el hígado a los 31 años», se titula esa nota.

Yo lo pagué con perder miles de dólares, mi cómodo trabajo y me deterioraba de a poco en mi salud, a tal grado que terminé en la sala de máxima urgencia de un hospital.

Pero Dios, en su infinita misericordia, me ha dado la oportunidad de mantener lo más valioso que puedo tener, la vida, mi hogar, mi familia y a muchos amigos que estuvieron conmigo en los peores momentos.

Desde mi juventud me pusieron como sobrenombre «el Papa», así como el huésped del Vaticano, pero de «Papa» solo tengo el apodo, porque sigo luchando con ese Judas que llevo adentro, porque dejar de beber podría decirse que es fácil, miles dejan de embriagarse de la noche a la mañana y no lo vuelven hacer; pero no solo se trata de tapar la botella, sino dejar cientos de cosas que hacemos cuando no nos ven o, también, cuando nos ven.

Mi intención no es ser aplaudido, sino dar testimonio de lo que Jesús puede hacer en nosotros, porque después de buscar todo tipo de ayuda profesional, solo encontré paz en su misericordia.

Solo he dado el primer paso, pero con mi caminar con el Maestro de Galilea, sus enseñanzas, su amor y su paciencia estoy ansioso por aprender más, para no traicionarlo, y tampoco traicionarme a mi mismo, haciendo lo que no debo hacer.

«Pero Dios, en su infinita misericordia, me ha dado la oportunidad de mantener lo más valioso que puedes tener, la vida» Luis Andrés Marroquín, periodista

Pero hoy, en sobriedad, decido celebrar la vida y honrar a Dios con todas mis fuerzas. Además, la Biblia dice que «por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados (Santiago 5:16-18).
¡Aleluya!»

Luis André Marroquín, periodista y empresario.