(Historias de Uber, testimonios desde el asiento trasero)

Era sábado por la mañana. El conductor, dijo su cortes saludo de: “Bienvenido, ¿hacia dónde vamos?”, para romper el hielo y medir si el usuario quería conversar.

– A San Jacinto – dijo Christian Alexis Hernández González, un joven de 25 años de edad.

= ¿A trabajar? – re preguntó el conductor uberiano.

—Si, soy músico —dijo el joven, con voz clara, abriendo camino a la plática.

Christian Hernández, es instructor y maestro de música de bandas estudiantiles.

 No esperaba una respuesta tan directa, ni un tema tan interesante tan temprano en el viaje, pero sus palabras venían cargadas de peso, como si detrás de cada frase hubiera una historia que merecía ser escuchada.

—¿Música clásica o popular? —preguntó el conductor, tratando de empujar la conversación un poco más allá.

—De banda, de esas de los desfiles, de escuelas —respondió Christian, sonriendo.

Contó que se dirigía a un ensayo. Lo habían contratado como director de una banda conformada por jóvenes de una escuela pública. Una de esas bandas llenas de colores, uniformes brillantes y una cantidad casi imposible de instrumentos, que marchan en los desfiles y que, a veces, tienen la suerte de viajar por el mundo mostrando su talento.

Christian Hernández disfruta enseñar y orientar a los jóvenes frente a las adversidades de la vida.

—¡Qué bueno que te ganás la vida de una forma tan creativa, honrada y alegre! —dijo el conductor, genuinamente conmovido.

Christian se quedó un segundo en silencio, como si buscara el momento justo para compartir algo más. También me visto y actúo como Talquito Show, aprendí el arte de ser payaso. Es otra entrada económica para mis objetivos. 

—Pero ese no és el fin —dijo, y miró por la ventana, como si buscara entre las nubes la fuerza para pronunciar su verdadero sueño—. Mi mayor anhelo es ser médico.

Talquito Show luce una bata de doctor en un espectáculo de diversión, un día lo hará sin maquillaje.

—¿¡Médico!? —exclamó el conductor, sin ocultar su sorpresa—. ¡Vaya que tenés un sueño grande!

—Ya voy por tercer año en la Universidad Salvadoreña “Alberto Masferrer” —respondió Christian con calma—.Trabajo con la banda, y el resto del tiempo estudio. Jesucristo hace su parte, yo intento hacer la mía.

Cuando llegaron al destino, el conductor no tenía el dinero para darle el vuelto. Pero uno de los alumnos de la banda, al verlo bajar del auto, corrió a ayudar:

—¿Le ayudo maestro? Yo le presto. Aquí tiene, después me lo devuelve – Pregunto y resolvió alumno.

El conductor, conmovido, solo pudo sonreír.

—Para usted, lo que necesite —dijo el muchacho, con orgullo—. Este hombre nos inspira a todos los de la banda, le dijo al conductor de Uber.

Y así terminó el viaje. No fue una simple carrera más, sino una ventana a un mundo donde el arte, la fe y los sueños se entrelazan. Donde un joven que se maquilla de payaso ahora se gana el respeto como maestro instructor de una banda musical… y se prepara para sanar, algún día, con bata blanca, a los cuerpos que el arte no alcanza a curar.

Los triunfos de Christian comienzan a llegar.

“El hombre hace planes, pero es Dios quien dirige sus pasos.”

Quizá Christian ya recibió la aprobación del cielo. Ahora todo depende de su actitud… y de seguir ensayando, en la vida, como en la música, hasta alcanzar la nota perfecta.

(Para contactar con Christian Alexis Hernández González, (Talquito Show), a fin de apoyarlo con contrataciones o ayuda directa, puede hacerlo al móvil y WhatsApp 503 78864183 o por medio de director@periodicoae503.com / WhatsApp 503 7768 6817)